Chiapas: la rebelión de los símbolos
| Autor | Gustavo Caicedo Hinojos - Sandra Jimena Rodríguez Plazas |
| Cargo del Autor | Politólogo de la Universidad Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario, Facultad de Ciencia Política y Gobierno (Bogotá, Colombia) - Filósofa de la Pontificia Universidad Javeriana; magíster en Estudios Humanísticos del Instituto Tecnológico de Monterrey (México) |
| Páginas | 83-111 |
Capítulo 3
Chiapas: la rebelión de los símbolos
Gustavo Caicedo Hinojos* y Sandra Jimena Rodríguez Plazas**
Introducción
La antítesis del guerrillero heroico de Guevara se alista para una nueva gira in-
ternacional. Con el temor cotidiano del hombre corriente y con la ironía mar-
cada como forma de vida, este misterioso encapuchado es la encarnación de
una verdad oculta e insospechada: la violencia es tan vasta y compleja como la
humanidad misma, y en ella se despliegan dimensiones tan silenciosas y efectivas,
que parecen hacer desvanecer el rastro mismo de su esencia sin perder jamás los
logros de su efectividad.
El subcomandante Marcos ha dejado a un lado las pirotecnias, las explo-
siones y las bombas, para cruzar mares más complejos, donde el silencio traza
las pautas del éxito político y donde las palabras remiten a sus verdaderos signi-
cados. A la oxidada lucha por todos los medios, Marcos, y con él su Ejército
Zapatista de Liberación Nacional, ha respondido con una renovada y poderosa
versión de la revolución: la guerra del lenguaje y los símbolos.
No es para menos, su guerrilla ha apostado por la recuperación moral de
los sentidos y las palabras propias del imaginario colectivo mexicano, haciendo
* Politólogo de la Universidad Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario, Facultad de Ciencia Política
y Gobierno (Bogotá, Colombia). Correo electrónico: caicedo.gustavo@ur.edu.co
** Filósofa de la Ponticia Universidad Javeriana; magíster en Estudios Humanísticos del Instituto
Tecnológico de Monterrey (México). Profesora de las facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Rela-
ciones Internacionales de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Correo electrónico:
sandraj.rodriguez@urosario.edu.co
R
hincapié en la fuerza transformadora de los símbolos como piedra angular para
la renovación política y social en su país. Cartas, marchas, discursos, pasamon-
tañas, ries de madera, metáforas y poemas hacen parte del repertorio de una
guerrilla cuyo líder habla inglés y no ruso, cuenta chistes, lee El Quijote de la
Mancha y no El capital, y preere hablar de incorporación social antes que de
dictadura del proletariado.
¿Qué es más violento, el ruido o el silencio, la algarabía o la meditación,
una bala o una palabra, una explosión o una silla vacía? Como siempre en cien-
cias sociales, todo depende del hombre que juzgue su universo, pero bastará el
sembrar la duda con la pregunta para generar ciencia.
La distancia entre la bomba y la huelga de hambre no parece ser una distan-
cia entre la causa justa y la injusta, sino una entre la violencia consigo misma.
Es decir que la violencia aloja en su vientre dimensiones distintas y que su éxito
político no depende tanto del impacto en las vidas o estructuras humanas, sino
más bien en la sutileza con la que esta se instala en la conciencia de los hombres.
Lo que aquí está en juego es el debate, nuevo por cierto, sobre la acción po-
lítica no violenta, es decir, la oscura relación entre la violencia y la no violencia
como espacio en el que se mueve la actitud política. Nadie duda la efectividad
de la revolución de ‘Alma Grande’ Gandhi o la de Martin Luther King, pero la
fuerza de sus movimientos ‘pacícos’ radica justamente en su virtud para llevar
la violencia a niveles insospechados, donde esta arremetió con más fuerza en la
arena de lo simbólico que en la arena de lo material.
Así, el éxito de Marcos no es anular la violencia en su revolución, sino dotarla
con la creatividad suciente para mantener su efectividad simbólica mientras se
disminuía su destructividad en términos materiales. El siguiente artículo promete
ahondar en el llamado Fenómeno Chiapas, y aportar un poco en la gigantesca
inquietud que es la acción política no violenta, a partir de las investigaciones y
los resultados logrados en la tesis de grado del politólogo de la Universidad del
Rosario Gustavo Caicedo y su directora, la profesora y lósofa Sandra Rodríguez.
A saber, que dicha investigación apostó por un nuevo entendimiento del
zapatismo, tras el agotamiento de explicaciones que lo vinculaban con las ob-
soletas teorías marxistas, a partir de la teoría de la resistencia del lósofo francés
Jacques Rancière.
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