Construcción de significaciones para una cultura de paz
| Autor | Isabel Hernández Arteaga/María Elsa Unriza Puin/Helmer Fernando Llanez Anaya/Fredys Alberto Simanca Herrera/Laureano David Angarita Becerra |
| Páginas | 115-133 |
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Introducción
E
n un país como Colombia, la búsqueda de la paz entendida no solo como ausencia
de conicto armado, sino sobre todo —según la Unesco (1994)— como el proceso de
progreso, justicia y respeto mutuo, requiere necesariamente de la implementación de una
cultura de paz.
Se hace entonces necesario determinar una ruta que facilite e incluya todos los factores
de dicha implementación. Se presentan varias alternativas, pero alejando los tipos de sa-
lidas violentas se propone una cultura del manejo pacíco de conictos; de acuerdo con
Rojas, Díaz, Romero y Rojas (2006), “una perspectiva cuya base es la cultura del diálogo
comunicacional, del entendimiento, de los acuerdos y también de las actuaciones de va-
lores”. Solamente se puede establecer acuerdos o actuar según valores cuando se conocen,
reconocen y aceptan los elementos identitarios y culturales de todos los miembros de la
comunidad en conicto.
La ruta que conduce a una cultura de paz como proceso naturalizado en una sociedad
tiene elementos que facilitan los acuerdos; las creencias, valores y actitudes son algunos
de esos ámbitos. Vargas (1994) señala que las percepciones se presentan como el proceso
cognitivo de la conciencia mediante el reconocimiento y la signicación para la elaboración
de juicios en torno a las sensaciones obtenidas del ambiente físico y social.
Se hace necesario entonces que todas las comunidades dirijan los procesos hacia una
cultura de paz y hacia el reconocimiento de las características individuales y sociales de
sus integrantes, así como de las particularidades que les identican y les permitirán llegar
a los acuerdos y al entendimiento de la convivencia.
El reconocimiento que se hace de las percepciones implica que un cuasi sinónimo de
representaciones sociales, constructor de imaginarios, integrante de valores, generador
de conocimiento y determinante de inferencias, se vuelva primordial en cuanto al recono-
cimiento de valores, ideologías y cultura.
La responsabilidad es mayor cuando se trata de una comunidad académica, puesto que
no se reere solamente a una comunidad, sino que además es la encargada de la construc-
ción de conocimiento, de transmitir los valores culturales de una sociedad y de construir
los procesos que conducen a la sociedad a un mejor vivir.
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Cultura de paz: concepciones, percepciones y compromisos
Es por esta razón que González, Zabala y Berruela (2009) argumentan que dentro de
los linderos que ocupa la comunidad educativa de una determinada institución se genera
el poder para producir cambios e introducir en la organización de la sociedad elementos
aptos para generar espacios pacícos (aunque los grandes procesos de cambio no han
tenido su origen directo en los ámbitos educativos, han servido de nodriza para que
puedan subsistir).
El objetivo especíco que desarrolla este capítulo corresponde a identicar las percep-
ciones que sobre la construcción de cultura de paz subyacen en la comunidad académica
de la sede Bogotá. Es preciso tomar en cuenta que identicar las percepciones que
una comunidad tiene sobre la construcción de cultura de paz implica valorar las creencias
en las que están cimentadas sus acciones, reconocer los imaginarios que construyen sus
pensamientos, comprender la simbología de sus representaciones sociales y entender las
lógicas de sus actuaciones.
Este ejercicio permite un acercamiento que incluye una mayor valoración y respeto
por el otro, por su ser autónomo individual; permite igualmente una construcción del
colectivo en la que puedan incluirse, a través del consenso, la mayor cantidad de catego-
rías registradas.
La metodología que orientó el logro de este segundo objetivo especíco de la investiga-
ción se encuentra detallada en el capítulo 2 de este libro. Con la metodología cualitativa y
mediante la interpretación de los resultados obtenidos por la triangulación de las pregun-
tas, se buscó conocer cuáles son las percepciones que subyacen en la comunidad académica
de la respecto a una cultura de paz. También, bajo lineamiento del enfoque hermenéu-
tico, que signica, en concepto de Cisterna (2005), una forma de abordar, estudiar, analizar
y construir conocimiento a partir de procesos de interpretación.
En primer lugar, se parte de asumir el concepto de percepción, que plantea enfoques
diversos según la disciplina, el momento histórico y las expectativas generadas, que Var-
gas (1994) dene como un proceso cognitivo de la conciencia para el reconocimiento,
interpretación y signicación para la elaboración de juicios en torno a las sensaciones
obtenidas del ambiente físico y social. Se arma además que en este proceso intervienen
otros complementos como el aprendizaje, la memoria y la simbolización.
Las preguntas de la encuesta no estructurada relacionadas con las percepciones sobre
cultura de paz, que buscaron los imaginarios, las vivencias y las experiencias sobre este
tópico, fueron las siguientes:
Primera: ¿qué episodios o hechos cree que limitan o restringen la construcción de cultura
de paz? Con esta pregunta, se clasicaron las experiencias y los imaginarios que pudieran
dar cuenta de las vivencias y experiencias relacionadas con los obstáculos para una cultura
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