El desengaño de la revolución y el olvido en Verano rojo, de Daniel Quirós - Segunda parte. La novela de crímenes - La novela de crímenes en América Latina: un espacio de anomia social - Libros y Revistas - VLEX 857331102

El desengaño de la revolución y el olvido en Verano rojo, de Daniel Quirós

AutorGustavo Forero Quintero
Cargo del AutorDoctor Cum Laude en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, por un estudio sobre el símbolo del espejo en la novela histórica de Germán Espinosa, y Magíster en Études Romanes de la Universidad de la Sorbona (París IV)
Páginas153-178
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EL DESENGAÑO DE LA REVOLUCIÓN Y EL OLVIDO
EN VERANO ROJO, DE DANIEL QUIRÓS
Lo difícil de este caso es que no se puede llegar a ninguna
conclusión concreta. (Quirós 104)
Verano rojo (2010), de Daniel Quirós (San José, 1979),1 constituye una mues-
tra del desengaño de algunos escritores del subcontinente centroamericano
respecto del destino de la revolución socialista y, en particular, de la política
contemporánea de los gobiernos de inspiración marxista de la región por
su relación ambigua con la lógica del capital. Esta novela supone una aguda
reflexión sobre el destino de la Revolución sandinista o Revolución nicara-
güense (1978-1990) en Centroamérica, con la misma clave de la tendencia al
olvido de la historia recreada por Carlos Cortés (San José, 1962) en su novela
1 Escritor y académico costarricense. Doctor en Literatura por la University of California, San
Diego. Ha publicado cuatro libros: la colección de cuentos A los cuatro vientos (2009); la
novela Verano rojo, ganadora del Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en 2010; la novela
Lluvia del norte (2014), que fue votada como una de las mejores novelas costarricenses de
ese año por Literofilia; y la novela Mazunte (2015), seleccionada por el jurado del Premio
Editorial Costa Rica en 2013. Ha sido invitado a participar en festivales como el Quais du
Polar, Toulouse Polars du Sud, la Semana Negra de Gijón y la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara. Como académico, ha publicado en revistas como Istmo, A Contracorriente
y Romance Notes. También ha publicado artículos en La Nación, El Faro y Pórtico 21, entre
otros. Reside en Pennsylvania, donde es profesor en Lafayette College.
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Gustavo Forero Quintero
Cruz de olvido (1999). Así, en la misma línea de Cortés, que inicia su novela
con una perspectiva crítica del gobierno de José Daniel Ortega Saavedra
en Nicaragua (presidente actual; su primer mandato fue de 1979 a 1990) y
denuncia el olvido generalizado de la sociedad costarricense en relación con
su acción durante la guerra civil en Nicaragua, Quirós erige como centro ar-
gumental de Verano rojo el atentado contra Edén Atanacio Pastora Gómez
(1937), antiguo líder revolucionario sandinista, ocurrido el 30 de mayo de
1984, en zona fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua, y adjudicado justa-
mente a Ortega Saavedra.
Este atentado, ocurrido en la ribera nicaragüense del río San Juan, fue
conocido como la conjura de La Penca. Entonces, según la reconstrucción
histórica de los hechos, el supuesto periodista Roberto Vital Gaguine, anti-
guo militante de un grupo guerrillero argentino, hizo explotar una bomba
contra un “contra” más, el nicaragüense Edén Pastora, antiguo militante del
Frente Sandinista de Liberación Nacional (fsLn), que era perseguido por el
Gobierno nicaragüense y se había refugiado allí con el fin de preparar una
ofensiva contrarrevolucionaria. Pastora ofrecía una rueda de prensa cuando
ocurrió el ataque en el que oficialmente murieron siete personas,2 entre ellos
la periodista estadounidense Linda Frazier; un camarógrafo de Costa Rica,
Jorge Quirós; su ayudante, Evelio Sequeira; y un rebelde no identificado. El
propio Pastora resultó gravemente herido en ambas piernas.
En esa época, en una singular conjunción ideológica y política, Pastora
se identificaba con el propósito norteamericano de atacar al gobierno del
presidente Ortega Saavedra. En contra del fsLn al que había pertenecido
antes, durante su exilio en Costa Rica había creado el Frente Revolucionario
Sandino, poco después incluido en la Alianza Revolucionaria Democrática
(aRde), que reclutó a más de tres mil combatientes campesinos de Nueva
Guinea, Zelaya Sur y Río San Juan, con los que comenzó a realizar acciones
armadas en el sur de Nicaragua y la costa atlántica.3 En desarrollo de este
2 Aunque este es el número oficial de muertos (dato que, otra vez, se reporta de distintas
maneras), la novela ficcionaliza el atentado con cuatro.
3 El Frente Revolucionario Sandino era uno de los miembros de esa alianza junto con el
Movimiento Democrático Nicaragüense (mdn), de Alfonso Robelo Callejas; misuRasata,
liderado por Brooklyn Rivera; y dos grupos más. La aRde no descartaba realizar acciones
militares contra el Gobierno sandinista. Desde Costa Rica, Pastora habría convenido con
el jefe del Ejército sandinista que los dos propósitos de la aRde serían “dar una alternativa
a este pueblo, si las cosas se ponían al extremo, presentarle una alternativa distinta (a la

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