Educar en y para el Conflicto - Módulo 2 - Liderazgo y resolución de conflictos - Libros y Revistas - VLEX 862646607

Educar en y para el Conflicto

AutorInterconsulting Bureau S.L - ICB Editores
Páginas253-280
Introducción
En los últimos años, la Educación para la Paz se ha ido centrando cada vez más en el
tema de educar en y para la resolución no violenta de los conflictos. Los motivos son
diversos. Por un lado, otros sectores y ONGs han ido trabajando de forma importante
algunos de los temas que ésta incluía e incluye (coeducación, educación para el
desarrollo, ecología, etc.)
Por otro lado, es uno de los temas más específicos que concretan la Educación para la
Paz en sentido positivo y en el que el planteamiento no violento puede hacer
aportaciones más novedosas. Además, es un elemento diferenciador con respecto a las
corrientes más intimistas de Educación para la Paz que entienden la paz como un estar
bien consigo mismo, una no-guerra o un no conflicto.
Últimamente se rechaza la violencia directa como modelo pero, sin embargo, se
desconocen opciones alternativas para enfrentar los conflictos. Eso lleva a que, a pesar
de ese rechazo, la violencia siga siendo la forma en que se enfrentan, cuando no se
recurre a otras posturas igualmente negativas como la sumisión o la evasión, lo cual es
todavía mucho mas habitual.
La Educación para la Paz va a plantear como un reto educar en y para el conflicto. Y este
reto se va a concretar en temas tan importantes como:
1. Descubrir la perspectiva positiva del conflicto.
Verlo como una forma de transformar la sociedad y las relaciones humanas hacia
mayores cotas de justicia. Descubrir que los conflictos son una oportunidad
educativa, una oportunidad para aprender a construir otro tipo de relaciones, así
como para prepararnos para la vida, aprendiendo a hacer valer y respetar nuestros
derechos de una manera no violenta.
2. Aprender a analizar los conflictos y a descubrir su complejidad.
Dar pautas tanto al profesorado como a padres/madres y alumnado para que tengan
herramientas que les ayuden a enfrentar y resolver los conflictos en los que nos
vemos inmersos cotidianamente.
3. Encontrar soluciones que nos permitan enfrentar los conflictos sin violencia.
Sin destruir a una de las partes y con la fuerza necesaria para llegar a soluciones en
las que todos y todas ganemos, y podamos satisfacer nuestras necesidades.
Desarrollar la agresividad no violenta, la asertividad, así como descubrir las bases del
poder tanto propio como ajeno serán algunas pistas.
Educar para el conflicto supone aprender a analizarlos y resolverlos, tanto a nivel
micro (los conflictos interpersonales en nuestros ámbitos más cercanos: clase, casa,
barrio,...), como a nivel macro (conflictos sociales, internacionales,...).
En el nuevo siglo, aprender a resolver conflictos de manera justa y no violenta es
todo un reto que la educación para la paz no puede ni quiere soslayar.
Pero, ¿qué entendemos por conflicto?
253
Perspectiva Positiva del Conflicto
Hay una idea muy extendida que es la de ver el conflicto como algo negativo y, por
tanto, algo a eludir.
Esta idea probablemente esté basada en diversos motivos:
Lo relacionamos con la forma en la que habitualmente hemos visto que se suelen
enfrentar o "resolver": la violencia, la anulación o destrucción de una de las partes
y no, una solución justa y mutuamente satisfactoria. Desde las primeras edades
los modelos que hemos visto apuntan en esta dirección: series infantiles de
televisión, juegos, películas, cuentos,...
Todas las personas sabemos que enfrentar un conflicto significa “quemar”
muchas energías y tiempo, así como pasar un rato no excesivamente agradable.
La mayoría sentimos (incluidos educadores y educadoras) que no hemos sido
educadas para enfrentar los conflictos de una manera positiva y que, por tanto,
nos faltan herramientas y recursos. En los programas de las facultades de
pedagogía y de ciencias de la educación se echan a faltar temas como la
resolución de conflictos.
Tenemos una gran resistencia al cambio. Aunque las cosas no estén bien y lo
veamos claro, muchas veces preferimos mantenerlas así antes que asumir los
riesgos que significa meternos en un proceso de transformación.
No obstante, creemos que el conflicto es consustancial a las relaciones humanas.
Interaccionamos con otras personas con las que vamos a discrepar y con las que vamos
a tener intereses y necesidades contrapuestas.
El conflicto además es ineludible, y por mucho que cerremos los ojos o lo evitemos, él,
continúa su dinámica. Es algo vivo que sigue su curso a pesar de nuestra huida,
haciéndose cada vez más grande e inmanejable. Pero vamos incluso más allá,
consideramos que el conflicto es positivo.
Se podrían dar muchos motivos, pero resaltamos los siguientes:
Consideramos la diversidad y la diferencia como un valor. Vivimos en un solo
mundo, plural y en el que la diversidad desde la cooperación y la solidaridad, es
una fuente de crecimiento y enriquecimiento mutuo. Convivir en esa diferencia
conlleva el contraste y, por tanto las divergencias, disputas y conflictos.
Consideramos que sólo a través de entrar en conflicto con las estructuras injustas
y/o aquellas personas que las mantienen, la sociedad puede avanzar hacia
modelos mejores.
Es decir, consideramos el conflicto como la principal palanca de transformación
social, algo que como educadores y educadoras por la paz debe ser,
precisamente, uno de nuestros objetivos básicos.
Consideramos el conflicto como una oportunidad para aprender. Si el conflicto es
algo connatural a las relaciones humanas aprender a intervenir en ellos será algo
fundamental.
254

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR