La guerra en el campo y la transformación de una ciudad-empresa - Orígenes sociales de los derechos humanos: violencia y protesta en la capital petrolera de Colombia, 1919-2010 - Libros y Revistas - VLEX 879444779

La guerra en el campo y la transformación de una ciudad-empresa

AutorLuis van Isschot
Páginas131-167
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La guerra en el campo y la transformación
de una ciudad-empresa
Ellos comenzaron a matarnos en todas partes. Me di cue nta
de que yo no podía seguir viviendo ahí, entonces me tocó salir
disazado. Fuimos a dar a un pueblito llam ado Puerto
Claver, donde duré seis meses. No me amañé. Nos vinimos
para Barranca. Cuando llegamos, encontramos una cantidad
de campesinos amigos, vecinos que habían salido huyendo
y estaban buscando refugio. Estaban ubicados en diferentes
barrios. En todos los barrios de Barrancaber meja encuentra
usted desplazados, pero en El Progreso e ran por ahí unas
23 familias venidas de la misma vereda donde yo viví a.
C, líder desplaza do de Vuelta Acuña
(Cimitarra, Santander) en 1982.1
Introducción
La masacre de ocho campesinos ocurrida el 20 de enero de 1985 en Vuelta Acuña
—un pequeño asentamiento de agricultores y pescadores ubicado justo al sur de
Barranca, en el municipio de Cimitarra— fue un llamado de alerta para los acti-
vistas del movimiento social en la ciudad. Perpetrada por una fuerza combinada
de tropas militares y paramilitares, la masacre de Vuelta Acuña fue un momento
crítico, después del cual la historia de la ciudad de Barrancabermeja fue vinculada
1 Martha Arenas Obregón, Cerrando onteras: histor ias contadas del Ma gdalena Medio
(Barrancabermeja: Progra ma de Desarrollo y Paz del Magda lena Medio, 1999), 54.
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Orígenes sociales de losderechos humanos
de manera irrefutable al conicto armado.2 Después de la masacre, a cientos de
personas provenientes de Vuelta Acuña se unieron centenares más del valle del río
Cimitarra, del sur de Bolívar y de asentamientos a lo largo del río Opón, en un
éxodo masivo hacia Barranca para protestar en contra del terror paramilitar en
la región. 3 Otros residentes de Vuelta Acuña huyeron inicialmente a poblaciones
vecinas, pero eventualmente convergieron en Barranca. El gobierno central en
Bogotá creó una comisión especial para investigar lo que estaba ocurriendo enla
zona. Para aquellos que participaron en la comisión, incluidos varios activistas
sociales de Barranca, esta fue una experiencia transformadora. La respuesta a la
masacre por parte de los campesinos arrojó luz sobre la crueldad de la violencia
en el campo y los derechos humanos surgirían como el paradigmade protesta
más importante en la ciudad.
El movimiento de derechos humanos de Barrancabermeja fue producto
del encuentro entre las comunidades rurales afectadas por la violencia y los
movimientos sociales urbanos, incluyendo a los movimientos sindicales. Desde
principios de los años setenta, los discursos de los derechos humanos circulaban
entre los pequeños grupos de activistas en el Magdalena Medio, en Bogotá y
más allá. De hecho, los paros de los trabajadores petroleros y sus secuelas habían
sido críticos para que en el país se creara la primera organización de derechos
humanos a nivel nacional. No obstante, hasta nales de la década, el movimiento
cívico popular de Barranca siguió centrándose en la calidad del agua y en otros
servicios públicos. El verdadero giro hacia los derechos humanos comenzó con
la llegada de los campesinos desplazados organizados. La guerra de contra-
insurgencia —que operaba desde Puerto Berrío, Puerto Boyacá, Cimitarra y
otros municipios al sur de Barranca— fue apoyada por los tracantes de drogas
y los ganaderos con inversiones en la región.4 Decenas de miles de campesinos
2 La organización de pa ramilitares por pa rte de los jefes de los partidos político s y los grandes
terratenientes había sido uno de los principales fac tores en el Magdalena Medio durante La
Violencia. Los parami litares conservadores, l lamados contrachusmas, real izaron asesinatos y
masacres. Véase Darío Bet ancourt y Martha L . García, Matones y cu adrilleros: origen y e volu-
ción de la violencia e n el occidente colombiano (Bogotá : Tercer Mundo Editores-Instituto de
Estudios Políticos y Relaciones Interna cionales, Universidad Nacional de Colombia, 1990).
3 “Nuevo éxodo campesino y jornada por la vid a: defender la paz en la región”, La Opinión
del Magdalena Medio 1, no. 4 (1988): 1.
4 Alguna s de las mejores investigaciones sobre el desarrollo del parami litarismo observan
las dinámicas regionales dentro de un contexto más amplio de la violencia política en
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La guerra en el campo y la transformación de una ciudad-empresa
abandonaron las zonas rurales devastadas por la violencia durante los años
ochenta.5 Muchos de estos recién llegados participaron en éxodos organizados
o eran miembros de asociaciones campesinas. Una vez en Barranca, los funcio-
narios del concejo municipal con tendencias de izquierda, así como los grupos
comunitarios patrocinados por la Iglesia, se acercaron a ellos. Los campesinos
que llegaron a Barranca a principios de los ochenta no buscaban únicamente
escapar de la violencia. Ellos ocuparon edicios públicos en Barranca para llamar
la atención sobre su desesperada situación y exigieron que el gobierno nacional
en Bogotá les garantizara su seguridad. Esto dio lugar a que muchos activistas
locales prestaran más atención a lo que estaba ocurriendo en el campo e incluso
viajaron a zonas afectadas por la guerra para observar la crisis por sí mismos.
Barranca dejó atrás su pasado de ciudad-empresa a medida que campesinos
desplazados y otros residentes urbanos pobres que buscaban reconocimiento
político acudían al gobierno nacional para que protegiera sus derechos humanos
básicos.6 El sindicato de los trabajadores petroleros había sido debilitado durante
Colombia. Véase Carlos Medina Gal lego y Mireya Téllez Ardila , La violencia parainstitu-
cional: paramilitar y parapolicial en Colombia (Bogotá: Rodrígue z uito Editor es, 1994);
Carlos Medina Gallego, Autodefensas, parami litares y narcotráco en Colombi a: origen,
desarrollo y consolid ación, el caso ‘Pue rto Boyacá’ (Bogotá: Editorial Documentos Per io-
dísticos, 1990); Mauricio Romero, “Changin g Identities and Contested Setting: Reg ional
Elites and the Parami litaries in Colombia”, International Journal of Politic s, Culture and
Society 14, no. 1 (2000): 51-70; Mauricio Romero, Paramilitares y autodefensas: 1982-2003
(Bogotá: Editorial Pla neta Colombiana S.A.-Instituto de Estud ios Políticos y Relaciones
Internacionales, 20 03); Nazih Richani, Systems of Violence: e Pol itical Economy of War
and Peace in Colombia (Alba ny: State University of New York Press, 2002).
5 Según los “Principios rectores de los despla zamientos internos”, presentados a la Comisión
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por el d iplomático y académico sudanés
Francis M. Deng: “Las p ersonas desplazadas internamente son persona s o grupos que han
sido forzados u obligados a huir o a bandonar sus hogares o lugares de residencia habitua l,
en particular como resu ltado o con el n de evitar los efectos del conicto armado, las
situaciones de violencia generaliza da, las violaciones de derechos humanos o los desastre s
naturales o causados p or el ser humano y quienes no han atravesado una frontera estatal
reconocida internacionalmente”. Francis Deng, “e Gu iding Principles on Internal Dis-
placement”, E/CN.4/1998/53/Add.l, Februar y 11 (Nueva York: Naciones Unidas, 1998).
6 Hasta la fecha, el despla zamiento en los años 1980 permanece poco investigado. El des-
plazamiento interno debido a la violencia política d ata de la época de la Conquista española ,
pero no fue reconocido formalmente como una crisis de g ran envergadura hasta los años
noventa. La  líder en desplazam iento interno en Colombia, la Consultoría para los

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