Respuesta de los movimientos sociales al cambio catastrófico
Autor | Luis van Isschot |
Páginas | 273-303 |
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Respuesta de los movimientos
sociales al cambio catastróco
Le gente se cree el ombligo del mundo en esta ciudad. Muchos
dicen que la paz de Colombia empieza por el Magdal ena
Medio, y que empieza por Barrancaberme ja, hay un ego un
poquito más pequeño de los argentinos, pero... esto ayude a
hacer mesiánicos, a construir procesos sociales, a construir
a Credhos, la Coordinadora Popular, a cristalizar ideas.
Esta actitud mesiánica ha permitido a Barrancabermeja
crear cosas, crear sueños, concretar sueños. Y sus expe riencias
de vida, de ser solidarios , de ser medio libertarios, medio
irreverentes siempre y sus experiencia s de construcción de
tejido social son las que de alguna manera soportan la s utopías
y las propuestas que hoy adelantamos en la ciud ad.
R M, activ ista de derechos humanos, 2006.1
La toma de Barrancabermeja
A nales del año 2000, los grupos paramilitares desplazaron de Barrancaber-
meja a las guerrillas y rápidamente dominaron la vida política y económica en
la ciudad. Durante la primera década del siglo , los paramilitares en toda
Colombia lograron el reconocimiento ocial de su proyecto político de derecha
al recibir clemencia del gobierno de Álvaro Uribe Vélez mediante un proceso
1 Régulo Madero, entrevi sta con el autor (Barrancabermeja, marzo 8, 2 006).
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Orígenes sociales de losderechos humanos
de desmovilización.2 La ley del presidente Uribe del año 2005, Justicia y Paz,
ofreció sentencias reducidas a los comandantes paramilitares e inmunidad para
no ser procesados a los combatientes. Para algunos fue una oportunidad de
oro. Paramilitares ocialmente desmovilizados en Barranca y en la región del
Magdalena Medio se reorganizaron para llevar a cabo el trabajo de represión
política y usaron nombres como ‘Águilas Negras’, evocando el espectro de los
escuadrones de la muerte que operaron en Colombia durante La Violencia.3 Un
grupo desmovilizado de paramilitares se reagr upó con milicianos exguerrilleros
en una nueva organización criminal que contrabandeaba drogas y gasolina.4
Otro grupo incluso creó una llamada Semil las de Paz, que procura hablar
en nombre de las víctimas del conicto.5 Para los activistas de derechos humanos
de Barranca, adaptarse ha sido abrumador.
Los defensores de derechos humanos siguen encarando una constante
amenaza contra su vida. Vale la pena recapitular varios hechos incontrover-
tibles con el n de comprender adecuadamente la escala y la intensidad de la
violencia sufrida durante la toma de Barrancabermeja por parte de las fuerzas
paramilitares. Según las cifras del gobierno colombiano, los paramilitares y
militares cometieron trece masacres con un saldo de 85 víctimas en Barranca
entre el comienzo de la arremetida contra la guerrilla en 1998 y la toma de la
ciudad en 2001.6 De acuerdo con varios cálculos, en ese período más de mil
personas fueron asesinadas en la ciudad y en sus zonas aledañas.7 El instituto de
2 Cynthia J. Arnson, ed., e Peace Process in Colombia with the Autod efensas Unidas de
Colombia () (Washington, D.C.: Woodrow Wilson Center for Schola rs, 2005).
3 ‘Águila Negra’ fue un a lias usado por combatientes paramilitares dura nte La Violencia.
Gonzalo Sánchez y Donny Meerten s, Bandits, Peasants and Polit ics: e Case of La Violencia
in Colombia, traducido por A lan Hynds (Austin: University of Texas Press, 2001), 85.
4 ad Dunning y L eslie Wirpsa, “Oil and the Political E conomy of Conict in Colombia
and Beyond: A Linka ges Approach”, Geopolitics 9, no. 4 (2004): 81-108.
5 Lesley Gill, “e Pa rastate in Colombia: Political Violence and the Restructu ring of Ba-
rrancaberme ja”, Anthropologica 51 (2009): 9.
6 Véase Centro Nacional de Memoria Histórica, “Masacres 1980-2012”, http://www.cen-
trodememoriahistorica.gov.co/micrositios/informeGenera l/basesDatos.html .
7 Banco de Datos de Violencia Política, Centro de Investig ación y Educación Popular (Cinep)
y Corporación Regional pa ra la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos), “Barranca-
bermeja, la otra versión: parami litarismo, control social y desapar ición forzada, 200 0-2003”,
Noche y Niebla Caso Tipo Nº 3 (Bogotá : Cinep-Credhos, 2004).
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