Introducción. 'Un auge de lucha muy grande' - Orígenes sociales de los derechos humanos: violencia y protesta en la capital petrolera de Colombia, 1919-2010 - Libros y Revistas - VLEX 879444774

Introducción. 'Un auge de lucha muy grande'

AutorLuis van Isschot
Páginas1-31
1
Introducción
“Un auge de lucha muy grande”
Los movimientos cívicos cogieron una gran fuerza en
Barrancabermeja, pero en los últimos mo mentos, hacia el año
1987, asesinaron a una niña, y eso despertó un fervor popular
por la defensa de la vida, creó un ambie nte muy propicio en
Barrancabermeja para crear una organización que orientara
en este sentido. Es decir que Credhos no nace tan en ío.
No, pues, absolutamente no nace en ío. Nace al calor de las
mil cosas que se estaban dando: por un lado, la violencia;
por otro lado, las necesidades, c rear una inaestructura en
Barrancabermeja, como la que se me rece, por ser una ciudad
rica; por otra parte, las organizaciones sociale s en un auge de
lucha muy g rande.
R G  S, sindical ista, activista de derechos huma nos.1
La guerra contra los derechos humanos
El asesinato el 2 de mayo de 1987, de la adolescente de 14 años, Sandra Rondón,
por parte de presuntos paramilitares en Barrancabermeja, inspiró el primer
paro general por los derechos humanos en la historia colombiana. Rondón iba
camino a la iglesia un tranquilo domingo en el barrio central de Torcoroma
cuando dos hombres se acercaron en una motocicleta. El hombre que iba en la
parte de atrás abrió fuego a quemarropa con una pistola de nueve milímetros.
1 Rafael Gómez Ser rano, entrevista con el autor (Bogotá, septiembre 27, 2005).
2
Orígenes sociales de losderechos humanos
Disparó varias veces y la niña murió instantáneamente.2 Rondón había sido
identicada recientemente por los medios como una testigo clave de un ata-
que terrorista. Dos semanas antes, un artefacto explosivo había sido lanzado
a una heladería que estaba llena de gente y ocho personas resultaron heridas,
incluyendo el her mano menor de Rondón.3 Los aparentes objetivos del ataque
eran tres miembros del partido político de izquierda Unión Patriótica. Sandra
Rondón no fue la primera víctima de la guerra sucia en Barranca.4 Pero su
asesinato estremeció a los lugareños como solo lo puede hacer la muerte de un
niño inocente y ella se convirtió en un símbolo de la lucha de la ciudad por los
derechos humanos básicos. Aunque los funcionarios locales y los movimientos
sociales denunciaron con rapidez el asesinato de Rondón, de Bogotá no se reci-
bió ninguna respuesta inmediata. En Barranca, católicos, comunistas, liberales,
conservadores, sindicalistas y organizadores comunitarios llevaron a cabo una
demostración masiva, tal como lo habían hecho decenas de veces anteriormente,
para demandar que el gobierno nacional garantizara salarios justos y servicios
públicos como el agua, la educación y la salud. Pero esta vez ellos pedían que los
civiles fueran protegidos de la violencia.
La Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Cred-
hos) con sede en Barrancabermeja fue creada en una época en que la represión
militar y paramil itar amenazaba con dar un vuelco a lo difícilmente ganado por
los movimientos populares locales. Los campesinos habían sido los primeros en
elevar su voz en contra de la violencia política en la región para principios de los
años ochenta. Para nales de la década, a ellos se unieron activistas urbanos.
En la ciudad, un movimiento cívico popular había logrado aunar las fuerzas de
los partidos de los trabajadores, políticos progresistas y organizaciones comu-
nitarias, incluyendo los grupos comunitarios de base, dirigidos por mujeres y
2 “Asesinada menor que presenció atentado a miembros de la ”, El Tiemp o, mayo 5, 1987.
3 “La desbarrancada”, Semana, mayo 25, 1987.
4 La expresión “guerra sucia” usada por activ istas colombianos desde mediados de los años
ochenta para describir un patrón de acciones terrori stas cuyo objetivo son los civiles es un
concepto clave en este libro. Una “guerra sucia” puede ser denida como una campaña mi li-
tar encubierta, lleva da a cabo por fuerzas estat ales o representantes en contra de disidentes
políticos. Prácticas como la detención arbitraria, la tortura, l a desaparición forzada y la
ejecución extrajudicial f ueron empleadas por fuerzas mil itares y paramil itares colombianas
en contra de activistas socia les y políticos, pero también de guerri lleros, de sospechosos de
ser guerrilleros o de si mpatizantes de la guerril la.

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