Capítulo 2. Diferentes formas de organización económica - Hacienda pública: asignación de recursos, distribución del ingreso y la riqueza, formación de capital y estabilización económica - Libros y Revistas - VLEX 951516217

Capítulo 2. Diferentes formas de organización económica

AutorGermán Puentes González
Páginas63-91
Capítulo 2
Diferentes formas de organización económica
En todas las etapas o momentos del desarrollo de la humanidad se han
ideado diferentes maneras de organización económica y social conducentes
a solucionar los problemas de la sociedad. Las maneras o modelos
socioeconómicos puestos en práctica han oscilado entre los que se inclinan
por las ideas que defienden el colectivismo económico y aquellos que
prefieren el individualismo. Unos y otros están orientados por principios y
valores aparentemente irreconciliables; en todo caso, en su desarrollo se le
otorga, al primer caso, o sea, al colectivismo, mayor espacio al centralismo
planificador; y en el segundo caso, es decir, en el capitalismo, se promueve
e impulsa la libre iniciativa, la libertad de empresa y la defensa de la
propiedad privada sobre factores de producción como la tierra, la técnica y
el capital, con los que se subordina al trabajo.
Caracterización de los modelos colectivista y capitalista
El modelo o sistema colectivista se sustenta en la idea de que todos los
medios de producción son de la colectividad, y por lo tanto su disposición,
uso, gestión y usufructo deben hacerse por medio de decisiones y en la
dirección que trace un cuerpo central de planificación. Así, las preguntas de
nivel macroeconómico como QUÉ producir, CUÁNTO producir de cada bien o
servicio, CÓMO producir, es decir, la combinación de los factores de
producción utilizada en cada caso, y PARA QUIÉNES producir, son decisiones
tomadas por el “poder central”.
La información requerida para tomar estas decisiones está relacionada
con la obtención de los datos de las necesidades de la población en los
distintos aspectos que conforman la vida de la sociedad: cuál es su
cosmovisión, qué aspectos se consideran además de esenciales prioritarios y
cómo hacer que los procesos económicos utilizados produzcan lo suficiente
para colmar las necesidades de la población y en qué proporción, siendo
conscientes de la limitación de los recursos disponibles. El sistema se ocupa
de atender a toda la población y de ofrecer posibilidades de desarrollo a sus
miembros, al entender que todos son iguales en tanto que son seres
humanos.
En este contexto, todos los individuos son importantes tanto en el
proceso productivo como en el proceso distributivo. Cada quien contribuye
a generar riqueza en función de sus capacidades y puede tomar del producto
generado según sus necesidades. No se trata de un igualitarismo a “raja
tabla”, lo cual es imposible por las mismas leyes naturales que nos hacen
desiguales morfológicamente, pero en este sistema colectivista, el Estado se
ocupa de que todos puedan tener una oportunidad de vida, donde haya unos
mínimos de satisfacción que la sociedad se responsabiliza de asegurar. En
síntesis, el valor y principio al mismo tiempo, orientador de la sociedad es
el de la solidaridad, tanto en la producción como en el consumo.
El “Estado” interpreta un papel protagónico y la planeación es la
estrategia que todo lo abarca y todo lo impulsa y direcciona. En este
contexto, hay ausencia de libertad de empresa privada, de propiedad
privada sobre los factores de producción y de iniciativa individual para
conducir la economía; es incompatible con el sistema colectivista el afán de
utilidad, ganancia y apropiación individual de los beneficios sociales. La
sociedad garantiza que todos sus miembros gocen de los mínimos dignos en
materia de salud, educación, vestuario, alimento, vivienda con sus
dotaciones de servicios, vida cultural y de entretenimiento, y una ocupación
o destino en función de las competencias de cada persona.
La antípoda del sistema anterior es el sistema capitalista, el de la
propiedad privada de los factores y medios de producción, de la libre
empresa e iniciativa individual, de la apropiación privada de los beneficios
producidos por procesos sociales. El propietario de los medios de
producción es amo y señor de su ganancia, como retribución por la
utilización de dichos medios que son de su propiedad, así no haya
participado ni en la construcción de tales medios ni en la producción
obtenida con su utilización. Puede fungir como mero espectador del proceso
productivo y al mismo tiempo ser el dueño de la producción.
En este sistema, la manera como se da respuesta a los interrogantes antes
mencionados es completamente distinta. En el capitalismo operan la
libertad individual y el afán de acumulación, en virtud del egoísmo
inherente al sistema. Tal egoísmo se convierte en el motor que impulsa a las
fuerzas individuales para que sean cada vez más eficientes y cada vez más

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR